La Comisión Europea ha aprobado este miércoles la compra de Yahoo por la empresa de telecomunicaciones Verizon, porque considera que la operación no tendrá un impacto negativo en el espacio económico europeo.
Verizon ha avisado esta semana que se dispone a revisar los términos del acuerdo -estimado en 4.830 millones de dólares (4.397 millones de euros)-, después de conocerse el robo de datos de 1.000 millones de cuentas sufrido por el gigante de Internet.
Todo en orden
En su análisis, el ejecutivo comunitario ha concluido que la operación propuesta no plantea ningún problema de competencia en el mercado comunitario, por la posición “moderada” que ocupan las firmas y el crecimiento limitado al cual llevará la transacción, además que existen otros actores de peso que ofrecen este tipo de servicios.
El expediente, que fue notificado en Bruselas el pasado 17 de noviembre, ha sido examinado bajo el procedimiento simplificado que se asigna a los casos menos problemáticos.
Yahoo ha sido durante dos décadas uno de los grandes referentes de Internet. A pesar de que a las puertas de 2017 nos suene un poco antiguo, fue uno de los gigantes cuando las webs se empezaban a consolidar. Hasta ahora había funcionado siempre de manera independiente, lo cual es mucho decir de una empresa que a finales del siglo XX llegó a tener un valor de más de 100 mil millones de dólares. Sin embargo, cuando Google emerge y empieza a convertirse en el buscador de cabecera y, poco a poco, realiza adquisiciones estratégicas, Yahoo vio que se reducía su cuota de mercado. Así mismo, algunas decisiones comerciales bastante cuestionables mermaron el poder de la empresa.
Ahora, Verizon busca enderezar la compañía de alguna manera, pero el verdadero interés es aprovecharse de la ingente cantidad de usuarios que siguen utilizando Yahoo tanto para el correo electrónico como para navegar. Dentro del marco de su estrategia digital, complementará la compra de AOL el año pasado.